domingo, 8 de julio de 2012

El postporno era eso. María Llopis.



Así que la Caperucita Roja del cuento, después de ser violada, golpeada y humillada durante siglos, quiere asumir el papel del lobo. Pero son demasiados los abusos a los que ha sido sometida, así que nos vemos obligadas a pegarnos entre nosotras para poder abrir, sentir y llorar las heridas que heredamos de generaciones y generaciones de fábulas. Y así redimirlas y escribir nuevos cuentos.


Todas las Caperucitas Rojas se vuelven lobos en la práctica postpornográfica.


http://www.mariallopis.com


http://www.melusina.com/libro.php?idg=36933/


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